sábado, 19 de septiembre de 2015

El Cuau Para Presidente (O "Si Ronald Reagan pudo, por qué no Carmen Salinas...?")

Les voy a contar cómo está la situación "cultural" en México y tal vez se den cuenta un poquito por qué estamos como estamos... La verdad es que me da bastante pena cómo somos manipulados y sí, me incluyo porque a fin de cuentas aquí vivo y TODOS somos cómplices, lo queramos o no...  Ésta malsana reflexión me llegó de nuevo en el local de las deliciosas y llenadoras Tortas Hipocampo (empieza a parecer que sí les hago publicidad... XD), donde pasaban un programa de lo más aburrido, vano y ridículo, cuestión común en la televisión abierta del país... Empezaré por mi no tan glamoroso trabajo... Mucha gente tiene la desacertada creencia de que si trabajas en gobierno, ganas LA lana... Nada más alejado de la realidad... Me ha tocado que conocidos míos de bastante tiempo salen con la jalada de: "Pues invita las chelaaaaas! ganas más que todos nosotros juntooooos" (Si se preguntan el por qué de las vocales prolongadas, les he de acotar que los nacos así fonetizan sus ideas...) y les contesto alguna de éstas variantes: 1.- Que te mantenga tu pinche vicio quien te enseñó a chupar, cabrón! 2.- Lleno una botella con miados de canguro y se la doy para que la consuma 3.-Suelto una sonora, hilarante y sarcástica carcajada y no los vuelvo a ver en la vida... La misconcepción (acepto que no del todo errónea) de que la gente que trabaja para el gobierno es millonaria, es de creencia general y cuando menos en niveles bajos, es una falacia...
Otra cosa que me perturba, son las telenovelas... Y sí, han existido desde tiempos inmemoriales, para que las amitas de casa distraigan sus ocupadas y estresadas cabecitas en dramas que han ido decayendo con el tiempo en cuanto a calidad histriónica, porque las historias siguen siendo las mismas. Y no hace falta verlas para estar enterado; con los comentarios de oficina poniendo al corriente a la vecina de cubículo, te das cuenta de que es-lo-mismo-que-veía-tu-madre... El problema es que con la apertura tecnológica que hemos sufrido, los niños ven la misma clase de porquería (varios rounds he sostenido con la madre de mi hija cuando mi infanta me cuenta lo que ve en la tele) y aunque no difiere micho de las historias de Disney donde las princesas son constantemente rescatadas de las más inimaginables tragedias, salen mágicamente de la pobreza o encuentran su destino al lado de su príncipe azul (o rosa, ya no sé...), la realidad es que acompañadas de publicidad hollywoodense, proporcionan ya no sólo distracción, sino un enviciamiento mal plan para las masas.
Un tema muy sonado en últimas fechas, son los ídolos del populacho incursionando en la política... Ahí está el ejemplo del "El Bronco", Carmen Salinas y hasta el amadodiado Cuauhtémoc Blanco. Qué chingados hacen en la política sino satisfacer la necesidad de la mapachada de sentir que tienen un representante "de los suyos" ocupando una curul, pretendiendo trabajar para el pueblo? La realidad es que son gente sin la preparación política como para hacer un papel digno y en efecto impulsar cambios que nos beneficien a todos; es gente a la que le tiran un hueso y como dijera el dicho popular, "El que no ha tenido y llega a tener, loco se quiere volver". No seré doble cara al respecto; si a mí me ofrecieran un cargo público de ésa magnitud y con ése salario, por supuesto que lo aceptaba sin chistar...
El siguiente divertimento enfocado al control de masas, (cuando menos aquí en México) es el fútbol... Al parecer si no le vas a un equipo de cualquiera de las divisiones nacionales, no eres mexicano. Si bien me interesa cómo van los Pumas de la H.H.H Universidad Nacional Autónoma de México, no sigo ni los partidos ni me encabrono si pierden. Es de conocimiento y al parecer normal, que las federaciones deportivas del país, están sumidas en la más abierta y coludida corrupción imaginada e imaginable para hacer campeón al equipo más popular del momento, la gente salga descerebradamente a celebrar a las calles y se les olvide que mataron a un familiar hace poco, los asaltaron, que subió el jitomate y que aún nos faltan 43 hace ya casi un año. Parece que lo mejor que nos puede pasar enla vida, es que la selección gane un mundial...
El programa que se proyectaba en el cinescopio del receptor de la tortería ya mencionada, era un sinsentido donde figuras televisivas que han visto pasar sus mejores tiempos, patrocinaban a una terna de pésimos imitadores que intentaban por todos los medios agradar a una blandengue audiencia que aplaudía por igual si pasaba Tchaikovski o la Chupitos al tapanco. Y agárrense, que viene aclamadísimo regreso de Big Brother [sarcasmo, aclaro] a succionarle el cerebro a quienes quieren creérsela de que los "N" integrantes son gente cualquiera y hasta se presentaron a audicionar tras largas filas bajo el sol y así obtener un lugar en el prestigioso show [sarcasmo de nuevo] y que tienen oportunidad de entrar a la casa y alcanzar sus cinco minutos de fama. Y así desfilan incontables programas de variedad, chismes, parodia y pastelazo desde el amanecer hasta bien entrada la noche.

He tocado todos los temas indicados para no tener riñas con la gente (fútbol, política y televisión; la religión la dejo de lado, porque podría ser inmisericordemente lapidado en la calle, por quienes puedan leer ésto y en realidad me importa poco qué religión siga la gente, mientras no me vengan a tocar la puerta en un domingo a las siete de la madrugada). Añádanle a mi relato los conciertos -a los que a algunos sí me gusta asistir y que conste que señalo "algunos", pues casi todos mis intérpretes favoritos están muertos-, eventos masivos, exposiciones para que la gente se quiera sentir más culta y tener la ilusión de que las cosas "van mejor" y puedes sacar tu casita -de interés social, de treinta metros cuadrados- sin problemas dada la boyante situación económica por la que atravesamos [prometo que es el último sarcasmo por hoy].

Tal vez suene presuntuoso (mamón en lenguaje coloquial) respecto a mis gustos y hasta malinchista, pero la realidad es que me educaron para no gustarme el chavo del ocho y tener buena ortografía... A fin de cuentas, lo decían los romanos "al pueblo, pan y circo"... El problema es que parece que acá ni para el pan alcanza, así que lo tropicalizaré a "AL PUEBLO, MIGAJAS Y CIRCO"


-FIN DE ENTRADA QUEJUMBROSA-

AGURRRRRR!!!

P.S. Espero que no me cierren el blog por criticar los rituales y costumbres locales...

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