Últimamente me ha dado por los postres... Hay una señora -presumiblemente... No me consta XD-, que no pudo haber elegido mejor lugar para establecer su puesto de tentación demoníaca; justo en la esquina de la calle que da acceso/salida al inmueble donde trabajo y el horario elegido para sus vendimias, es justo después de la comida... cómo la odio!!! Tiene el tino de vender gelatinas de mosaico, arroz con leche, tapioca, flan de bolsita, fresas y uvas con crema y mi perdición... flan napolitano... ptm... y si se tiene en consideración el agravante de que le agrega Kahlúa, rompope de vainilla, almendras o capuccino, (supe que además lo puede uno pedir con leche condensada) es una trampa de huevos, azúcar y leche capaz de provocarme gustosamente diabetes instantánea... El gusto por ésos alimentos de Satán, me viene de muy pequeño; siempre he sido como mosca, gustoso de lo dulce, digamos un poquito más dulce de lo normal y peor cuando mi madre hacía calabaza en tacha, justo por éstas fechas, con motivo de día de muertos o cuando mi padre llevaba latas como de un galón de miel natural; incluso el café suelo tomarlo muy dulce... Siempre he sido dulcero y me encantan los dulces típicos mexicanos, desde las barras de amaranto (alegrías), pepitorias (obleas unidas con miel de piloncillo y pepitas adornando la orilla), lagrimitas (bolitas de azúcar sólida rellenas con gotitas de anís), palanquetas (De cacahuate, mayormente), jamoncillos, acitrón, cocadas, tarugos (tamarindo molido, dulce o enchilado), frutas cristalizadas (fresas, higos, calabaza, camotes, nopales y un largo etcétera) y el por mucho, mi favorito, los dulces de leche en cualquier presentación; de hecho, la afición por ellos, si bien ya me gustaban, surgió cuando trabajaba dando clases de computación a mocosillos de entre cinco y seis años. A la salida del laburo, los jueves se ponía un tianguis ambulante y cruzándolo de pronto apareció un monito con una canasta enorme con todos los dulces que les listé antes, sin embargo, vi algo raro en los macarrones, por lo que le pregunté que qué tenían y cuál fue mi sorpresa cuando me dijo que tenían guayaba.... uuuffffff!!! es raro encontrarlos, pero cuando lo hago, los disfruto con placer extremo.
Recuerdo también las navidades que solíamos pasar en casa de mi tío René, siempre había de ése tipo de postres (Es un postrero-repostero fantástico!) y en verdad era la nota alta de la cena. Punto y aparte, el flan napolitano con todas las variantes que suele hacer mi madre; el proceso artesanal para elaborarlo, desde preparar la flanera con caramelo, seleccionar y mezclar los ingredientes (quien me diga que no hay ciencia en seleccionar blanquillos para cocinar, recibirá toda la ira de Odín...).
Los mazapanes, frijolitos de dulce, conejitos de chocolate, lunetas de yogurth, gomitas de rompope, en forma de frutitas, de lombrices y de tiburones, trufas, manzanas con chamoy o chocolate y el chocolate como sea, siempre serán un método para alegrarme... =P
-FIN DE ENTRADA DULCE.
BTW, acabo de zamparme un flan napolitano XD XD XDD , con leche condensada...
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