Aquel fue un día cualquiera y no... fue un día lluvioso como los que acostumbra haber en ciudad de México, francamente común. Y no fue cualquiera porque... porque no, porque compartí una fotografía muy hdp en la que mostraba burlonamente a una persona con un severo problema de obesidad mórbida bajo la lluvia, portando un diminuto paraguas que apenas cubría su cabeza. La respuesta al fotograma, además de una buena risa, fue: "Sos malo Hernández... Y me gusta", seguido de una referencia a un, hasta hace unas pocas horas, desconocido personaje de una película de animación japonesa. "Se parece a Totoro" me dijo y me dió mucha curiosidad, tanta, que sin haber visto la película, me di a la tarea de buscar en Sn. Google una imagen de Totoro con sombrilla, y encontré además un tema de Google y cada que abro una nueva página, ahí está con todo y sombrillita. Apenas el sábado, dando vueltas en una tienda de películas y discos, estaba buscando "El Fantástico Sr. Zorro" (misma que encargué, porque no la tenían en ésa sucursal y para mi sorpresa, el bluray estaba al risorio precio de 69 morlacos, pero ya me estoy desviando...) cuando vi por enésima ocasión una caja con tres películas "de culto" de anime -El Increíble Castillo Vagabundo, El Castillo En El Cielo y Mi Vecino Totoro- de las que ya tengo la primera y por eso había dudado en apropiármela... Mi acompañante ya estaba preguntando a una dependiente si tenían la peli solita, sin las demás y sí, ahí estaba, por lo que tenía que acabar en mi colección...
Hoy la vi, de regreso del trabajo y debo decir que es muy bonita en todos los sentidos, llena de minucias visuales (puedes asumir sin darte cuenta de que la familia está ya asentada en la casa, además de que no escatiman mostrar objetos en cantidad y sus peculiaridades) y diseños suaves y agradables, la ambientación musical es de lo mejor que he oído en el género (desde el tema, que es increíblemente pegajoso, una historia simple y a ratos emotiva, sobre todo hacia el final, contada con sutil atención a los detalles y una animación muy bien cuidada. Hay escenas que son inútiles tratar de describir, como cuando Mai, guiada por su curiosidad, encuentra a Totoro y después de jugar con sus peludeces, se queda dormida en su panza acojinada y felpuda... deben verla para darse una idea de lo que hablo... Es de notar además la perspectiva que nos muestran sobre la cultura oriental respecto a los fantasmas y/o espíritus, pues tanto el padre de las niñas y la anciana que funge de nana de ellas (de hecho se llama Nanny), les enseñan que los "conejos de polvo" y los fantasmas se van de la casa si uno ríe lo suficiente y a presentar respeto a los espíritus de la naturaleza. A pesar de no ser la pieza central de la película -desde mi muy particular punto de vista-, una vez que aparece Totoro, se vuelve situacionalmente imprescindible y uno como espectador, espera que aparezca para representar una ocasión graciosa, para sorprender a Satsuki o para ayudar sin peros. Los noventa minutos que dura el filme, se pasan ligeros y no hay momentos desperdiciados, lentos tal vez, pero no desperdiciados.
Así como he atestiguado momentos de extrema violencia e increíbles cantidades de gore en muuuchas películas de anime, hay singularidades así de preciosistas y personales como Mi Vecino Totoro... Son además piezas como ésta que hacen ver a algunas películas de Disney como mecánicas o acartonadas.
Ya como colofón, he empezado a creer que en mi casa hay un espíritu repartidor de hollín que deja gruesas capas de polvo por todos lados... -Creo que a esto le llaman "descaro" o "cinismo" en todas partes... jejejeje-
-FIN DE ENTRADA CINÉFILA-
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