Hoy pasó algo aterrador en la oficina... Lo que parecía un día común y corriente, tomó un giro terrorífico de súbito... Todo comenzó a eso de las doce del medio dia, cuando llegó el proveedor encargado del mantenimiento de los equipos de cómputo, cuyo personal, muy amable, debo decir, pidió autorización para limpiar mi lap top, -tarea que desempeñó muy eficiente- pero al llegar otros tres sujetos de la misma compañía a limpiar los demás equipos, empezó la debacle... Uno de ellos sentado a mi izquierda, proporcionó apoyo a quien estaba frente a mí (bastante incompetente, de hecho). Transcribo conversación:
-Howard, me ayudas por favor?
-Claro, qué pasó?
-Cómo obtengo el hostname del equipo? (en serio?... Te dedicas a ésto y no sabes cómo?)
-Ok... Señala ése ícono
-Ajá
-Ahora ahí...
-Ya
-Click derecho.... Derecho... El derecho es el otro...
(aquí es donde perdí la cordura, pues nada me preparó para lo que seguía...)
-Así?... OK
-Ahora, POSESIÓNATE AHÍ!!!...
LA-CHIN-GA-DA!!!! Dobabes!!! Sólo reaccioné a prepararme a correr, pues si el proveedor seguía las instrucciones, algo verdaderamente macabro podía pasar!!! Esperaba que comenzara a hacer que las luces prendieran y apagaran, que empezara a maldecir, girar la cabeza, dibujar pentagramas con su propia sangre, transformarse en demonio o sacrificar gente en el sitio!! Para fortuna de todos, supongo que no comprendió la instrucción tampoco, pues todo siguió de forma "normal" y salvamos la vida, cuando menos por hoy... Debería de haber una cláusula en el seguro de vida institucional que nos protegiera de éste tipo de eventos... Digo, para nuestra protección...
Tengo la fortuna de escribir estas líneas desde la seguridad de mi cama, aún con el terror inenarrable a flor de piel y la incertidumbre de no volver mañana de la oficina...
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